The Station Agent, 2003


Ferroviariamente, nos encontramos que Fin, nuestro pequeño e introvertido amigo es un “railfan” norteamericano. Al principio de la película, nos lo presentan ayudando a un viejo afroamericano en una tienda de modelismo ferroviario, en la que un grupo de fanáticos del ferrocarril se reune para visualizar las películas de vídeo de los “cazadores de trenes”. A la muerte de su viejo amigo, se encuentra con que le ha legado en su testamento una vieja estación de su propiedad, en una zona rural de Nueva Jersey, abandonada del uso ferroviario, y a la que se muda, para vivir su soledad. En este entorno de vías vivas y muertas, de puentes ferroviarios, de coches y “cabooses” abandonados, se desarrolla la melancólica relación entre los tres protagonistas.
Mucho ferrocarril “made in America”.
A mí me gustó. Pero si sois de los que os gustan sólo las películas tipo “spiderman”, absteneros.
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